Mi primer cumpleaños con deseos incumplidos

Para el momento en que escribo estas palabras faltan 6 días para mi cumpleaños número 22, durante 21 años consecutivos mi madre se encargó de complacerme con todos los regalos que pedía, desde celulares último modelo (para su momento) hasta pequeños animalitos cuando decidió que no era lo suficientemente capaz de cuidar a una mascota, cayendo quizás en la malcriadez año tras año esperaba esta fecha con mucha ilusión y deseo, sin embargo este año será diferente

Ha sido un año de pérdidas a todo nivel: educativo, económico, social y las más importantes a nivel familiar, sin profundizar en el sentimiento de desaliento generalizado de mi generación por la situación actual del país este año sumo una tristeza aun mayor para esta fecha, un sentimiento de dolor que aun después de 6 meses se encuentra intacto como la noche en que se originó, este año perdí a una de las personas más cercanas a mi vida y mi corazón: mi tía. Cada vez que la nombro por su título en mi vida ese sobrenombre me hace sentirla tan lejana, me parece que es insuficiente para describir todo lo que ella significó para mí.

El punto de este artículo tampoco es desahogarme sobre lo mucho que la extraño, ya lo he hecho suficiente en mis redes sociales, pero sí quiero hacer especial énfasis en esas pequeñas actitudes de la gente a las cuales decidimos no prestar atención y dar por sentado solo por la soberbia de creer que serán eternas, año tras año mi tía publicaba prácticamente todos los días una foto especial para quien cumpliera años, yo siempre me molestaba con ella porque escogía las fotos en las que según yo salía horrible, hoy daría todo lo que tengo por saber que iba a recibir esa felicitación. Es increíble como un solo hecho nos modifica la vida entera, desde las costumbres hasta las decisiones diarias, como vamos por la vida repitiendo dichos de manera automática porque no tienen sentido hasta que nos pasa a nosotros

Mi favorito: “todo tiene solución menos la muerte”, pero yo ya sentí esta pérdida de cerca y quiero encontrar la solución que me devuelva a mi tía, a mi confidente y a mi amiga, que me quite el sentimiento de impotencia y rabia con la vida por habérsela llevado tan súbitamente, que la vida me hubiera dado la oportunidad de decirle adiós. Hoy faltan 6 días para el día que durante 21 años fue la celebración más esperada de mi año, este año solo contaré lentamente los minutos de esas 24 horas para olvidar ese vacío que me acompaña desde el 13 de abril de este año, este año será mi primer cumpleaños con deseos incumplidos.