Afiuni: La presa del comandante. Una lectura obligatoria

15.07.2015 23:50

Cuando comencé mi vida académica en la Universidad Católica Andrés Bello lo hice en la Facultad de Derecho, durante mi breve incursión en dicha carrera tuve el honor de recibir clases de un maestro incomparable, el abogado y docente Vicente Puppio; a pesar que el derecho no terminó siendo mi vocación aún recuerdo todas mis lecciones de “Teoría General del Proceso” y gracias a mi admiración por este profesor al investigar un poco su trayectoria surge un nombre representativo: Eligio Cedeño, un banquero imputado por fraude y estafa al gobierno nacional. Puppio formó parte del equipo de la defensa de este banquero, defensa que compareció el día 10 de Diciembre de 2009 ante la jueza María Lourdes Afiuni en el Palacio de Justicia.

El caso de Eligio Cedeño fue de interés nacional gracias a la cobertura nacional que le adjudicó el fallecido Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, sin embargo por este tiempo yo aún no iniciaba la carrera ni mucho menos me interesaba en dicho caso. En el año 2013 decido cambiar mi vocación y presentar mi traslado a la Escuela de Comunicación Social en la misma casa de estudio, y ahí mientras cursaba la materia de “Metodología I” con el Profesor Elías Quijada surge en reiteradas ocasiones el nombre de esta obra literaria escrita por Francisco Olivares, periodista de investigación y colaborador de el periódico “El Universal”. ¿Qué interés puede tener dicho libro en ambas carreras que al parecer no tiene nada que las relacione a primera vista? Tiene interés para cualquier persona que haya crecido o vivido el régimen de Chávez en Venezuela durante sus 14 años de gobierno.

Como lectura obligatoria para los estudiantes de Derecho es una muestra de los vicios e ineficiencias del sistema judicial en Venezuela, un organismo, que al igual que todos los demás poderes públicos, se encuentran a la orden de la ideología autodenominada “Socialismo del Siglo XXI”; una de las causas por la cual desistí de la carrera, no la más pesada de ellas pero sí una causa en sí. A nivel periodístico muestra la forma de escribir de uno de los mejores periodistas que he tenido la oportunidad de leer, Francisco Olivares narra de manera clara, precisa y didáctica la tragedia por la cual tuvo que pasar la Jueza Afiuni por dictar una decisión conforme a derecho, la cual está establecida entre los deberes de los jueces venezolanos.

Sin narrar el libro en sí, este texto es producto de una conversación íntima entre Francisco Olivares y la Jueza Afiuni, junto con testigos y afectados cercanos a la jueza que vivieron el calvario con ella. Violación (física y de derechos), humillaciones, vicios, tortura y otros elementos de sufrimiento son solo algunos de los elementos que quedan en evidencia cuando la Jueza Afiuni decide romper el silencio impuesto por el gobierno acerca de su caso.

Parece mentira que en pleno siglo XXI con toda la tecnología y el proceso de globalización a nivel mundial casos como el de la Jueza Afiuni sucedan de manera descarada y bárbara, una mujer que sufrió una condena desmedida, inhumana, injusta e ilegal solo por cumplir con el deber que le impone su carrera. Somos una sociedad que se acostumbró a recibir órdenes de personajes incapaces y desacreditados para realizar los cargos de gobierno que poseen.

Siento un deber como Comunicadora Social en formación de difundir este libro a todas las personas a las que me sea posible, porque casos irregulares como el de la Jueza Afiuni se viven en Venezuela día a día, somos el país con más denuncias de violaciones de Derechos Humanos a nivel de Latinoamérica. Es imposible no tener una tendencia política bien marcada en un país tan polarizado, pero este tipo de atropellos e irregularidades cada día contribuyen a la toma de un bando por parte de los ciudadanos venezolanos.  

Hugo Chávez falleció en el año 2013, luego de ganar las elecciones de nuevo en el año 2012 y habiendo perdido la batalla contra un cáncer que le costó su vida, la presa del comandante: La Jueza Afiuni se encuentra hoy con una medida de casa por cárcel; abandonada por sus colegas jueces ha pasado por un proceso lleno de vicios, retrasos y trabas que aún no narra un desenlace. Su vida y la de su familia fue destruida de todas las maneras posibles; mientras existan personas que narren estas historias y difundan la verdad de un régimen corrupto y cruel existe la esperanza que el pueblo venezolano despierte de este estupor que lo tiene paralizado desde Diciembre de 1999 cuando ese fatídico personaje ganó las elecciones presidenciales.

 

Contáctanos